jueves, 6 de noviembre de 2008

LA HISTORIA DE LAS TRES FLECHAS

Por primero aclarar que este signo nació para hacer frente a la esvástica nazi, un símbolo de repulsa al nacional-socialismo.Por lo tanto ya deja claro la importancia que tiene en el ámbito antifascista.Aunque el símbolo nació en el seno del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) fue retomado por el Frente Rojo del Partido Comunista Alemán (KPD).

A pesar que en el KPD se dieron los primeros Nacional Bolcheviques que no tardaron en irse al NSDAP y alli fundar la SA, el sector que quedó luchó en el Frente Rojo siendo la verdadera fuerza que defendió a la izquierda en aquellos confusos tiempos. No es por ello de extrañar que en el SPD se creara este símbolo ya que fueron los primeros en dar la voz de alarma acerca del crecimiento del fascismo, cuando tal vez el KPD no tenía la fuerza que posteriormente llegaría a desarrollar.

Aclarando, Las tres flechas son el símbolo del Frente de Hierro contra el Fascismo creado el 23 de Diciembre de 1931 por el SPD en un intento de unir a la clase trabajadora contra los nazis.Una historia ya más mitificada dice que este símbolo nació en el Partido Socialista Alemán (SPD) quien diseño su propio símbolo a fin de combatir al enemigo nazi con sus mismas armas, consistente en tres flechas dirigidas hacia el suelo y unidas por una banda horizontal. Esta antiesvastica cuyas tres flechas representaban la actividad, la disciplina y la unidad, se solía pintar en actitud agresiva sobre las svásticas de los carteles propagandísticos nazis y pretendía alentar a los trabajadores a que combatieran el fascismo y el capitalismo.

A lo largo del tiempo su significado se ha extendido y ampliado llegando a ser identificado con:

1) Marx, Engels, Lenin
2) Contra el Nacional Socialismo, Contra la Monarquía, Por el Comunismo
3) La Tercera Internacional (tres flechas)
4) Campesinos, Intelectuales, Proletarios (los tres pilares de la revolución)
5) Libertad, Igualdad, Fraternidad (viejo lema revolucionario burgués)
6) Hombres, Mujeres, Niños (sólo mencionado en un volante de propaganda del Frente Rojo, que es citado en una historia de resistencia a hitler)
7) Ni Amo, Ni Rey, Ni Dios

O como hoy en dia es tal vez el más usado: LIBERTAD, IGUALDAD, SOLIDARIDADEl texto expuesto arriba ha sido sacado de diferentes fuentes y citas, con el fin de dar una idea más amplia y más clara de la importancia del símbolo en cuestión.

BOLIVAR Y LA LIBERTAD

En esta breve ponencia queremos referirnos a cómo el impulso de la libertad que nos agita a los jóvenes, corresponde a un clamor de toda la sociedad americana, y cómo este impulso sumado a la rebeldía, se liga con el pensamiento y el accionar de Simón Bolívar como el gran artífice e ideólogo de La Libertad. Siendo libertad, rebeldía y la figura toda de Bolívar elementos constitutivos de nuestra identidad no sólo como jóvenes sino como americanos, nos compete concluir el proyecto libertario, afinando en primera instancia nuestro sentimiento rebelde a través del ideario bolivariano..

El especial ardor en el sentimiento de libertad y rebeldía que tenemos los jóvenes, proviene de dos fuentes fundamentales: la primera, es la sociedad entera que dada una larga situación de esclavización, explotación, y humillación reiterada, clama por la recuperación de la autonomía, la restauración de la justicia y el reestablecimiento de la libertad social que es lo mismo que la felicidad colectiva según Bolívar. Si bien ese reclamo es general, el ardor libertario que vibra en nosotros, consiste en la falta de acostumbramiento a las cadenas; consiste y descansa en el vigor de nuestros cuerpos y en la conciencia colectiva que se nutre en la experiencia de los pueblos a lo largo de su historia; aspecto este, crucial en la determinación de la identidad.

De otro lado, nuestro fuero libertario y además rebelde nos viene de sangre – por decirlo de alguna forma, nos viene de una sólida raíz histórica: la independencia del imperio español que pospuso durante muchos años el ejercicio de nuestra autonomía, sometiéndonos a la ignominia de la servidumbre, la miseria y la ignorancia. En el colegio, estudiamos la gesta libertaria y su máximo artífice Simón Bolívar de una manera totalmente sesgada y mediocre. Nunca relacionaron nuestro ser juvenil y sus principales características: el deseo de ser libres y la rebeldía, con la liberación y rebeldía de la entonces joven América.

Nunca nos mostraron el verdadero rostro de Bolívar, ni el valor de su pensamiento y su espada. Nos lo dibujaron patillón y encopetado, digno apenas de levantar mil estatuas.
No nos dijeron que la República que se propuso construir, estaba atravesada hasta los tuétanos por la idea de La Libertad; por ejemplo, ya habiendo Bolívar junto al pueblo conquistado la independencia de estos países, era necesario conducente con la idea de libertad como principio de la Nación) erigir repúblicas verdaderamente democráticas.

Eso significaba que ese mismo pueblo que se había batido en el campo de batalla para expulsar a los españoles, debía ser en su nueva condición, autor y artífice de su nueva legislación, mejor dicho, debía mandarse; y eso era justamente lo que buscaba Bolívar: fundar un gobierno popular; intervenido decididamente por las mayorías, pues si el pueblo actuaba según su propio mandato, sería libre de verdad verdad. No obstante, los enemigos de la felicidad del pueblo con Santander a la cabeza, se embarcaron en la empresa de liberación para defender sus intereses mezquinos y egoístas: la repartición de la torta, una vez arrebatada a los españoles. En el colegio nunca hemos visto al Bolívar real, pues nos ocultan que las actuales clases gobernantes son las directas herederas de quienes frustraron el proyecto libertador; además nos ocultan que nosotros somos los directos herederos de Bolívar y el pueblo que combatió con él; por lo que nos compete el deber de terminarlo. La oligarquía como conviene llamar a esta clase gobernante, nos oculta un rasgo fundamental de nuestra identidad, representado en él, en sus ideas y su accionar: nuestra vocación libertaria, que más que presente en el hecho de ser joven, está presente en nuestro ser americano, mestizo, golpeado y humillado, pero digno y liberado con su propia mano.

Los malandros ricos, egoístas y enemigos de la libertad que nos gobiernan, saben que educarnos en conformidad con nuestro ser joven e histórico es arriesgarse a que nosotros nos rebelemos como debemos; y por ello cada vez hay menos escuelas, menos cupos, menos posibilidades de proyectarnos en la universidad, menos currículos que estimulen el pensamiento, la critica y el accionar de acuerdo a lo que somos y requerimos.

No quieren que nos eduquemos bien, pues como señaló Bolívar «la libertad es la expresión del pensamiento», y la cultura y el saber (sobre todo de la historia que revela nuestro ser, nuestro proyecto y nuestro deber) son el alimento del que se nutre tal pensamiento; quieren impedir la posibilidad de que el pueblo con sus jóvenes a la cabeza pueda cranear el rumbo de su vuelo. Ellos saben que, como también advirtió Bolívar «las naciones marchan hacia el termino de su grandeza con el mismo paso con que camina la educación; ellas vuelan si ésta vuela; retrograda si retrograda, se precipitan y hunden en la oscuridad, si se corrompe o absolutamente se abandona.» Simón Bolívar, el escondido, el ocultado, el tergiversado, es el hombre de la Libertad.

No sólo la pensó, sino que trascendiendo el plano de las ideas hizo hasta lo imposible para llevarla a la práctica. Con el ímpetu, el vigor de la juventud y la prudencia y sagacidad de la madurez, la sacó de la vulgar suposición que dice que ser libre es hacer cuanto nos venga en gana, y la posicionó en el lugar correcto, al lado de la justicia, la igualdad y la unidad; descubriendo en ella toda una obra de arte que requería a través de la educación , la elevación del pensamiento .

La libertad bolivariana significa, la ruptura de la servidumbre y el auténtico despliegue de la autonomía; el equilibrio entre la felicidad del individuo y la felicidad del c o l e c t i v o , e l valor inestimable de la dignidad humana y por tanto, como lo expresara El Libertador con sus palabras «el mayor don de la naturaleza».

Qué grotesca luce al lado de esta, la libertad de la ideología neoliberal, que a través de sus monstruos desinformantes nos meten con seductoras luces y sonidos, la vacua ansiedad del consumo desaforado; la mueca repelente del joven que no sabe qué quiere
ni para dónde va; la idea humillante de que nuestro valor descansa en las chequeras y en las tarjetas de crédito.

Minimizando nuestro valer inconmensurable al del intercambio monetario, reduciendo nuestro ser a mero objeto mercantil. La libertad bolivariana no es pues, un invento para aumentar las ventas; es verdad latente en nuestra esencia, vibrante en las piernas,
emergiendo nuevamente en la conciencia colectiva que escudriñando desde la voluntad de sus hombres y mujeres más jóvenes en la historia, quita mascaras, señala las mentiras, destruye falsos héroes y marcha inconmovible hacia la segunda y definitiva independencia...

MUJER ROJA Y ANARQUISTA

Ser mujer rash en Latinoamérica no es nada fácil, es mas, ser mujer en este lugar tampoco lo es. En un continente donde la mayor influencia proviene de sociedades subyugadas por el sexismo, necesitamos mostrar la importancia de nuestro papel en la revolución, como parte activa, hombro a hombro con los hombres que tampoco dejan de luchar.

A lo largo de la historia la mujer ha sido menospreciada por sus debilidades físicas, pero no olvidemos que la inteligencia ha de superar la fuerza. Y si los hombres son superiores en capacidad física, hemos de buscar equilibrar esta diferencia con el desarrollo del intelecto.
Las religiones han reducido el papel de la mujer volviéndonos inútiles de pensamiento y de acción, sumisas a una concepción de madres y amas de casa, que están condenadas a padecer una vida de silencio, violencia, machismo e indiferencia.

La sociedad católica en la que vivimos (que nada sabe de mujeres), se ha encargado de doblegar el pensamiento libertario y desde tiempos inmemorables, establecer parámetros de vida, que la gente sigue por las manipulaciones hechas a través de la ignorancia y el miedo a despertar , encontrándonos como seres libres.

Una mujer RASH mantiene en pie sus principios y además solidariza con organizaciones feministas, etc. Una de las tantas cosas de ser mujer RASH, por lo tanto, es manifestar el desacuerdo contra las desigualdades étnicas, económicas y sexuales. Debido a que en gran parte de Latinoamérica, las personas que son partícipes de organizaciones RASH, sienten ser fieles representantes o representados por la clase trabajadora, nosotras también (ya sea por sus diferentes posiciones en sus medios productivos: obreros, campesinos, etc.)

Somos mujeres militantes de organizaciones RASH, repudiamos el fascismo en cualquiera de sus manifestaciones y no permitimos que ninguna mujer sea pisoteada por esto.

Solo hay algo más fuerte que el amor a la libertad el odio a quien te la quita.
¡No más mujeres sumisas!

Por las mujeres de R.A.S.H Manizales

EL APOLITICISMO COMO EXCUSA

El apoliticismo como excusa es un tema recurrente de difícil y cuidadoso trato pues ante la menor tergiversación afloran las descalificaciones de uno y otro lado. Me refiero al politicismo dentro de la escena. Común es ver a muchos skines llevar con orgullo la bandera del apoliticismo como si por esto fueran más que el que asume un compromiso político.
Pero ¿Qué es ser apolítico? Ser apolítico es negar la política, o sea negar el sistema en su totalidad; entendiendo negar el lenguaje, la comunicación, los códigos que dan sentido a nuestra concepción humana de realidad, porque somos ya animales políticos, que a raíz del ordenamiento en sociedad hemos podido llamarnos seres humanos sociales y lograr progreso en todos sus ámbitos (educación, ciencia, medicina, etc.). Pues de partida el término es mal empleado y no representa más que una utopía semejante a la democracia capitalista que hoy en día nos pintan como máxima expresión de la «Liberté». . Pero aún así (muchos de ellos son apolíticos porque lo oyeron en alguna canción y les sonó atrevido) estos personajes que les pesa más el disfraz que sus ideas, siguen apareciendo como zetas en el bosque. Ellos dicen que odian la política porque ésta separó al movimiento y lo “ensució”.

Primero cuando hablamos de “política” en su término como tal no hablamos de “color político” sino del sentido general de los términos de convivencia que rigen una sociedad. Si nos rebajásemos a entender su verborrea barata y simplona del “buen skin tradicional” pues veríamos (y nadie lo puede negar) que al inicio en el movimiento skinhead (ese año “69” que algunos adoran) si bien no había “color político” definido, sí era un movimiento político-social-cultural.

Recordemos que nació de una coyuntura económica política y social que arrojó a la juventud inglesa a las calles, y se formó a raíz de la mixtura de las concepciones musicales y estéticas de los jóvenes sin futuro ingleses y de los jamaicanos inmigrantes (jóvenes negros). Por lo tanto, era fácil ver en aquellos tiempos a skines blancos compartiendo inquietudes, penurias, alegrías y desventuras con jóvenes negros. Eran jóvenes pobres, de clase trabajadora, obreros, desempleados, y si no exhibían su color político abiertamente era porque no había necesidad de demarcar espacios cuando lo único que importaba para ellos eran las peleas y las borracheras infernales para amortiguar la pena del “no future”.

La política siempre estuvo presente en el movimiento pero a raíz del nacimiento de los “boneheads” se mostró abiertamente y eso también aumentado por las crisis sociales y económicas cada vez mas evidentes para la clase obrera vapuleada. Esto hizo mostrar a los skines identificados con algún sector político definido. Esto no los hizo menos skines sino solamente identificarse y comprometerse con alguna ideología política; se reúnen comparten opiniones y visiones y se organizan. Siempre estuvieron, solo se atrevieron a organizarse para trabajar en pos de sus ideales comunes. Y así hasta hoy se diferencian las variadas ramificaciones que ha tenido el movimiento skinhead.
Pero ya no corren los años ´70 y estamos en otro período histórico y en otra región geográfica. Lo más fácil es vivir añorando los años mozos. Quienes nos acusan de tener ídolos y venerar personajes que se dedicaron a pensar y tratar de buscar justicia social, pues se olvidan de mirarse a un espejo y ver su veneración hacia sus símbolos estéticos, marcas y tiendas que no contribuyen en nada a mejorar la situación de la clase que les dio la vida.

Lucen sus mejores pintas en tocata que se corra el rumor que exista y para los que a la calle sólo la ven desde sus cómodas casas tienen ahora una herramienta que les sirve para demostrar su “skinería” sin necesariamente serlos: el Internet. Y se quedan en la adulación barata. Estos skines viven su propia realidad desconociendo el compromiso político para atacar las armas que les atacan a diario. Y tener un compromiso político no necesariamente significa ser comunista, ni anarquista sino aceptar el antifascismo, el anticapitalismo como única herramienta para derrotar el actual sistema demoledor para nuestra clase. Mientras los jóvenes comprometidos luchan a diario por adquirir conocimiento (baluarte fundamental de todas las civilizaciones), fortaleza física para así darle un sentido a nuestras insignificantes vidas otros llamados “apolíticos” le hacen asco al razonamiento y prefieren una vida licenciosa, fácil y apática que les da el no-compromiso.
Ellos que saludan ya sea a un nazi como a un antinazi; que veneran más Londres que su propio barrio y que denostan a cualquiera que intente utilizar sus ideas y que genere movimiento antifascista, ellos son los elegidos y deben ser respetados por beber más cervezas que todos.
Ante tales atributos cualquiera se rendiría aquella vida facilota y gratuita. Con esa moral nos critican. Pero nosotros como conscientes y comprometidos con nuestros orígenes de esfuerzo, sudor y lágrimas no miramos sus ofensas más allá de un simple grito desesperado y vacío. Nuestro enemigo es alguien que sí merece nuestra atención, energía, y hacía él dirigimos nuestras miradas. Perder el tiempo con estos personajes sería faltarle el respeto a todos los obreros y campesinos que han dado su vida por verdaderos y reales enemigos: el fascismo y el capitalismo. Por eso es que reivindicamos la cultura proletaria del skinhead como un compromiso de clase frente a la miseria que como ya vimos tiene nombre y apellido.

Preferimos la vida del esfuerzo que la de la holgazanería. Esta vida que como jóvenes de clase obrera nos ha tocado vivir y de la que estamos orgullosos es la vida de un skinhead comprometido con sus ideales y que no descansarán ni se amilanarán frente a la crítica ni el embate del capital y sus hijos, ya sean apolíticos, nazis, policía, gobierno y empresarios…

Tomado de web chilena

PUNK REBELDE

Algun@s olvidan que por encima de punks o skins, somos seres humanos. No podemos escapar de la naturaleza humana, y de todo lo que eso acarrea. Uno de los rasgos que estamos “condenados” a llevar a cuesta, es el hecho de ser sociables. Ningún ser humano es capaz por sí solo, la asociación con otros es tan natural como nuestra misma existencia.

Sumergidos en una sociedad, que puede ser tan grande o pequeña como se quiera: familia, cuadra, barrio, localidad, comuna, ciudad, departamento, región, país-patria-nación, continente, etc. Nos pensamos en relación con ella, nos pensamos en “polis”, nos pensamos con otros, nos pensamos políticamente. Es, aunque a muchos les quede siempre grande aceptarlo, un hecho natural, somos un zoom politicom, un animal político, decía Aristóteles.

Y aquí, deseo detenerme para añadir que una cosa es pensarse políticamente, que es algo natural y otra, formar parte de una línea o ideología política. No es correcto relacionar el término política solo con la búsqueda de poder electoral o estatal.

El movimiento Punk, es un movimiento que en un entorno homogenizador, similar al que vemos hoy en día, surge como una respuesta irreverente al modelo del deber ser.

L@s Punks en los años setentas no querían ser alguien, por eso no les interesaba seguir el juego moral de ser lo que se debe ser, querían ser lo contrario. Si para ser alguien en la vida, se tenía que trabajar, el Punk deseaba vagar. Si para ser una persona de dinero y exitosa, se debía proyectarse a corto, mediano y largo plazo, tener un proyecto de vida. Los Punks proclamaron el No Futuro.

En esa época, en algo similar y en mucho diferente a nuestra época contemporánea, el Punk se convirtió en una contracultura. Es decir, otra alternativa de ser, un estilo anti-sistema de llevar la vida. Era lo que fue el hipismo en sus inicios, una amenaza frente a lo que debían ser los jóvenes en el sistema capitalista. Pero la capacidad del capitalismo en convertir todo en negocio, absorbió al punk de la misma forma que lo hizo con el hipismo. La música Punk se popularizó y fue lucrativo venderla, además vender ropa punk a niñ@s ric@s rebeldes brindó un excelente nuevo mercado juvenil.

Las drogas, el licor y la falta de claridad ideológica no permitió la unidad y contundencia como para transformar algo. El Punk ya no era contracultura, se transformó en una subcultura urbana. Aunque el nacimiento del Street Punk y la unidad con el movimiento Skinhead, atacó el perjuicio que las drogas daban al movimiento Punk, la falta de contundencia política continúo.

Y la sociedad que tanto se odiaba, continuaba igual, nada cambió. El movimiento Punk fue tan inofensivo como lo fue una década antes el hipismo. Terminó en MTV y en marcas que venden la ropa punk.

El hecho de que esas cosas hubiesen sido así, no nos condenan a los que ahora nos identificamos con el movimiento Punk, a repetir esos mismos errores. Ya el Street Punk y el Hard Core Punk, se han rebelado contra las drogas dentro del Punk.
Nosotros y nosotras, l@s Punks de la R.A.S.H, nos rebelamos contra la desorganización política. Defendemos los ideales trasgresores del Punk, pero no sus errores históricos. No estamos en los años setentas, ni en el país en que eso se llevó acabo. Estamos en Colombia del 2008, y si odiamos este sistema, no nos quedamos esperando que cambie sin nuestra participación.

No solo queremos participar del cambio social, sino que defendemos también una postura política, l@s Punks de R.A.S.H Manizales, somos liberi@s, antifascistas. Que sabemos que la construcción de un mundo mejor, no solo se hace con los que piensan como nosotr@s, ni solo con l@s Punks. Hoy estamos trabajando al lado, en una organización revolucionaria y horizontal, de Rude Boys, Skinheads, Redskins, Hardcores, Raperos y gente del común.

No queremos un cambio social solo para los jóvenes, lo queremos para toda la sociedad, para nuestro barrio, para nuestra ciudad, para nuestro país, para Latinoamérica. Lo que menos importa en una lucha social, son esas diferencias, las diferencias que importan son las de quien gobierna a quien, y quien explota a quien.

La R.A.S.H, es una organización que ha comprendido eso, porque es una organización revolucionaria, no una organización solo de skinheads. Su origen, no se puede negar es skinhead. Pero hoy en día es una organización rebelde, como nosotr@s. Además, defendemos la unidad que se consolidó entre Punks y Skins desde 1977 y que hoy se renueva no solo en lo musical, sino también en lo político.
Organizad@s y claros ideológicamente, somos más peligrosos que l@s Punks de los setentas en Inglaterra. Ahora si podemos ser una verdadera contracultura, una opción real de vida, una vida totalmente diferente en busca de un mundo diferente, porque lo estamos construyendo.

Seguir un estilo de vida trasgresor, es llevar un estilo de vida revolucionario. El Punk y el anarquismo, han sido los pilares de nuestras vidas, dentro de R.A.S.H Manizales continuamos siendo los mismos, pero más consecuentes.

También nos identificamos, a nuestra manera con el movimiento obrero, somos de estratos bajos, somos de sectores populares. Las manos y espaldas de nuestros padres han sentido la condena económica y social del capital. Muy seguramente nosotr@s estaremos condenad@s a una vida similar.

Por eso odiamos al capitalismo. Queremos un mundo, donde por lo menos lo que las manos trabajadoras sudan no paren en otras manos siempre ociosas. Somos seguidores concientes de las enseñanzas de Bakunin y Kropotkin, conocemos la historia del movimiento libertario y sabemos de sus errores.

Por ello, desechamos los dogmatismos y las interpretaciones religiosas de los textos acratas.
Creemos que las condiciones de nuestra realidad nacional exigen en el movimiento comunista libertario, una estructuración fuerte y una actitud estratégica al lado de las posturas y organizaciones más revolucionarias del marxismo, no de la socialdemocracia y nunca de forma que terminemos sirviéndoles no a los intereses del pueblo, sino a los intereses del estatismo.

Por Punks RASH Manizales